Orgullosos de este Barça

Nunca nadie dijo que sería fácil. El sueño de llegar a la final de la Champions se ha quedado cerca, muy cerca. Pero no pudo ser. Pese a dejarse la piel en el terreno de juego, el objetivo no se logró, pero precisamente esta vez la derrota no es sinónimo de fracaso. A veces el fútbol es cruel, y al Barça le tocó vivir la cara más amarga del deporte.

Con lo que no contaba la mayoría de la gente es que este Barça es capaz de hacernos felices y orgullosos en la victoria y también en la derrota. La ilusión que nos ha generado esta temporada no hay títulos que lo paguen, porque ser del Barça es algo más que levantar trofeos.

Sentimiento y juventud

Este año se han juntado todos los ingredientes para que la afición culer se identifique con el equipo. Jóvenes, de casa, con sentimiento por unos colores y devoción por un escudo. Ya lo dijo Lamine Yamal, la mayoría de jugadores no juegan porque sean futbolistas, juegan porque son del Barça. Y es que sentir que el chaval que está sobre el césped tiene la misma pasión que el culer que está en la grada llena, y mucho, de orgullo. De hecho, en el partido contra el Inter en el Giussepe Meazza jugaron 10 futbolistas de la cantera, un síntoma de que la base del éxito llega cuando se construye desde casa.

De hecho, fue también el partido con la edad media más baja de la historia del Barça en eliminatorias de Champions con 25,3 años. Un dato que reafirma que la derrota es sólo el punto de partida de un presente y un futuro excelso.

Dos y por el tercero

Termine como termine esta temporada, el recorrido del conjunto de Hansi Flick ha sido excepcional. Pocos confiaban en que con la llegada de un nuevo entrenador y con tanta juventud dentro de la plantilla, el equipo mantendría las opciones de llevarse todos los títulos hasta ese punto de la temporada. Todo lo que ha venido ha sido, sin duda, un regalo.

Empezando por un estilo de juego atractivo y reconocible. El Barça de Hansi Flick es atrevido, ofensivo y llamativo, pero también es insaciable, persistente y con una mentalidad ganadora brutal. Continuando por la capacidad de sobreponerse a equipos grandes como el Bayern o el Real Madrid. Demostrando que un equipo joven con personalidad puede derrotar en dos finales consecutivas a su mayor rival y llevarse a los dos primeros títulos de la temporada: la Supercopa y la Copa del Rey. Pero les queda aún superar un obstáculo más: ganar la Liga.

Pese al golpe de la eliminación de la Champions, el Barça tendrá que enseñar una vez más su capacidad de superación. Porque aunque sea una derrota dura y cruel, los culers tienen la oportunidad de reponerse ganando este domingo el Clásico de Liga. Una victoria pondría de cara el título. Su consecución pondría punto y final de la mejor manera una temporada brillante que sólo es el pistoletazo de salida.